sábado, 25 de septiembre de 2010



Viajan los colores sobre nuestras cabezas
se filtran en las prendas
nos llenan los ojos
silabean el color del aire
resaltan y te elevan en sus coqueteos
muchacha colorida

martes, 14 de septiembre de 2010

El esguince


Es difícil ser un romántico hoy día, es difícil esquivar una bendita piedra en la vereda cuando vas corriendo de noche, deslumbrado por las luces de la ciudad. Los focos de "n" mil Kw parecen competir con los luceros y todas las veces ganan... salvo que algún lunático se adentre en el manto de la noche solitaria.

Es poco probable que coincida una pisada y una piedra a lo largo de 10 km cuando te encuentras en el punto más alejado del recorrido, pero sucede. Hacía tiempo que no caía, eso de echar rodilla a tierra, las manos por delante y empolvarse la espalda con la camiseta empapada en sudor. Hacía tiempo que no sentía un dolor tan fuerte, y ya estando tumbado boca arriba, jadeando, ¿por qué no recrearse en la noche callada y constelada, parar y respirar? Ha sido un reencuentro que sucede sin esperarse, teniéndolo ahí... tan a mano.

3 minutos de descanso y antes de que la punzada sustituyera completamente a la fuerza de mi pie, me puse en marcha. 5 km de vuelta a casa, no sé cuántos minutos andando y no sé cuántos pensamientos ¿por qué es tan distinto el mismo camino al ir y al volver? ¿Qué hará el grillo que canta y no encuentra pareja? El cuerpo humano... tan perfecto como es y tan frágil. La muerte es incesante. ¿Dónde están las estrellas del cielo negro?

Llegué casi a media noche, con el pie entumecido e hinchado como una pelota de pingpong, la boca seca... Di una ducha fría al cuerpo, hielo al tobillo y un buen vaso de vino blanco fresco a la garganta.

Decidme ¿cuánto tiempo hace que no os recreáis mirando el cielo?

Ha sido mi primer día de teatro y lo de comer sin comer y morir sin morir me llama la atención. De nuevo mil gracias por los comentarios.

La canción... Be yourself